Seguidores

miércoles, 31 de mayo de 2017

LA CALMA

LA CALMA

Cuando los grandes objetivos se hacen difíciles de alcanzar, cuando se asume la “finitud” o incapacidad, se intenta alcanzar al menos LA CALMA, (entendida aquí como paz, reposo y tranquilidad) por más que cueste no pocas luchas y esfuerzos conseguirla.

Está claro que esa calma es una emoción, que los más modernos achacarían a la “inteligencia emocional”,  pero aquí la entendemos como serenidad para pensar, para luchar, para seguir. Estaría cerca de la tranquilidad de ánimo y se caracterizaría por lograr no verse afectado por todo lo negativo de nosotros o de nuestro entorno que influye en nosotros.

Hay que luchar contra el estrés, contra la ansiedad, contra el miedo… incluso contra la propia realidad y el estado físico. No se trata de equilibrar el espíritu como un modo de terapia, sino de reforzar la tranquilidad, de mostrar que se tienen asumidas las contrariedades, los males y que no hay sino remedios paliativos.

Es asumir que no se da para más, que no hay más, que los sueños no valen, ni las ilusiones…, que manda la realidad, pero de un modo racional, pactado, asumido, relajado.


Precisa huir de la contaminación que nos producen los consejos, las terapias de todo tipo, y asumir que esa calma es la calidad de vida que uno tiene y ha de disfrutar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario