CAMINANDO

CAMINANDO

Decía V: Aleixandre que “vivir es conservar la capacidad de entusiasmo, seguir vibrando por toda la vida que sientes a tu alrededor y participar en ella”. 

Desde la altura de mi edad y mis experiencias, desde la perspectiva que me da mi biología, no voy sobrado de entusiasmo. Por otra parte, de no tenerlo, sé muy bien que no va a venir nadie a dármelo, así que… debe ser verdad aquello que ni las cosas ni las personas cambian, pues ni lo uno ni lo otro te da opción a una segunda oportunidad. El silencio sigue siendo el único cómplice de nuestros pensamientos y con su ayuda habremos de seguir viviéndolos.

Desde ese mismo “mirador” uno aprende que el tiempo no es lo que hace perder amigos o “cómplices”, sino solo entender cuáles lo son y las personas, los amigos, solo pueden ser valorados cuando se tienen, no cuando se pierden.

Hay pensamientos que no quisiera perder y con ese objetivo nació y pervive este blog, a la vez que eso mismo es el sentido de esta entrada, adornada con palabras de A. Machado:

YO VOY SOÑANDO CAMINOS

Yo voy soñando caminos

de la tarde. ¡Las colinas

doradas, los verdes pinos,

las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero

a lo largo del sendero...

-la tarde cayendo está-.

"En el corazón tenía

"la espina de una pasión;

"logré arrancármela un día:

"ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento

se queda, mudo y sombrío,

meditando. Suena el viento

en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;

y el camino que serpea

y débilmente blanquea

se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:

"Aguda espina dorada,

"quién te pudiera sentir

"en el corazón clavada".

A. Machado