¿DÓNDE ANIDA TANTO PESIMISMO?

¿DÓNDE ANIDA TANTO PESIMISMO?

Mañana hablaré en el Blog “Paradojas” de la violencia filio-parental. Es una violencia de la que, como en el resto de violencias, se externaliza mucho menos de lo que realmente existe, pero que dio, durante el año 2015, casi 5.000 actuaciones judiciales.

Decimos que no sale al exterior todo lo que realmente hay y es comprensible, esa como tantas otras conductas sociales o individuales, suele mantenerse en secreto mientras se puede, siquiera sea por vergüenza, por lo que supone de fracaso personas y familiar.

Pero al lado de ese “bloque” de hielo, de ese iceberg, hay más y tan peligrosos o más que ese de la violencia. A fin de cuentas esa violencia requiere a más de una persona y es más difícil mantenerlo en secreto o esconderlo durante mucho tiempo.

Me quiero referir ahora a las ideas suicidas y suicidios reales que pasa por la mente de los adolescentes.

De los intentos “conseguidos” no diré nada. Todos han salido a la luz y han sido comentados con profusión, pero sí de que la idea es persistente y creciente. Tanto es así que ha requerido la creación del Teléfono ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y de que en en 2016 ha recibido prácticamente 3.000 llamadas (un 61% más que en 2015) en petición de auxilio.

Supongo que el problema de las autolesiones y de los deseos suicidas crece no solamente porque los niños y las niñas de ahora sean más “raros” que los de antes, sino que hay variables que incitan a ello con más fuerza (cultura, educación -no hablo de la escuela-, internet -como ejemplo vale el juego de “la ballena azul”-, aislamiento social etc.).

También la propia y creciente violencia (familiar, escolar y social) es un buen caldo de cultivo para esta actitud de autodestrucción, para dejar de enfrentarse a situaciones adversas, así como la superprotección en la que viven nuestros jóvenes, que les impide enfrentarse a cualquier decepción.

Ambas cuestiones (y algunas otras que irán saliendo) hacen que los problemas propios los veamos más pequeños y esa es la razón de que figuren aquí. Eso y que… se hace cada día más perentorio vivir en marcos de referencia positivos.