LA AMISTAD

LA AMISTAD

“Por supuesto que te haré daño. Por supuesto que te harás daño. Por supuesto que nos haremos daño el uno al otro. Pero esta es la condición misma de la existencia. Para llegar a ser primavera, significa aceptar el riesgo del invierno. Para llegar a ser presencia, significa aceptar el riesgo de la ausencia”.

Antonine de Saint-Exupéry. El principito.

El ser humano es un ser social y para “hacerse”, para madurar y poder ejercer como tal necesita del contacto con otros seres humanos. Ese contacto tiene, como es lógico, diferentes niveles de intensidad, no es lo mismo relacionarse con los miembros de la familia que con los de la familia de al lado, ni con conocidos que con desconocidos, si con aquellos con los que puedes establecer lazos afectivos que con los que solamente les pueda unir cierto conocimiento.

Las personas más necesarias son los amigos, aquellas que se relacionan por el afecto, la comprensión, el respeto…, el conocimiento…

Si hubiera que establecer una relación de requisitos diría que un amigo has de verlo con afecto (queda claro), también con empatía. Has de sentirlo honesto, respetuoso y tolerante (que no te ahogue ni intente que seas de una manera diferente a la que eres). Has de contar con él y con su tiempo, sobre todo en los tiempos difíciles y compartir alegrías, éxitos y fracasos. Habría de ayudarte a ser mejor ser humano y a practicar la generosidad.

No son requisitos fáciles, pero se dan, se van conquistando con el trato y las vivencias y seguro que cada uno tiene algún amigo que reúne esas cualidades. Si es así (y estoy seguro de que lo es) cuida esa o esas personas… son un tesoro y una garantía ante las vicisitudes negativas de la vida.