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miércoles, 13 de diciembre de 2017

VIVIR

VIVIR

Decía Vicente Aleixandre: “Vivir es conservar la capacidad de entusiasmo, seguir vibrando por toda la vida que sientes a tu alrededor y participar en ella. Los años enriquecen. Desde la altura de mi edad puedo sentir la vida con conocimientos nuevos, pero con los entusiasmos de siempre”.

La frase me hace suponer que el poeta estaba en estado de euforia ese día, porque hay muchas circunstancias que  coartan el entusiasmo y la vibración por lo que se ve y siente alrededor. Es cierto que los años enriquecen, pero dudo que nos permitan mantener el entusiasmo de siempre. Y, sin entusiasmo y sin capacidad de vibración… la vida se queda muy corta, al menos en sus posibilidades.

Da vergüenza corregir a una autoridad académica, pero faltaría a mi sentimientos si no lo hiciera.

La vida da lugar a muchas tormentas que hay que atravesar y casi nunca sabemos cómo lo hemos hecho, porque realmente dejamos de sentirlas cuando pasan, no cuando, por nuestra fuerza, hemos sido capaces de superarlas, es más, creo que nunca lo sabemos.

Del mismo modo creo firmemente que, cuando la tormenta pasa o cuando logramos salir de ella, si somos capaces de hacerlo, ya no somos la misma persona que entró en la tormenta, el dolor hace de catalizador de muchas cosas.


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