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lunes, 18 de diciembre de 2017

MIS RAZONES

MIS RAZONES

Decía Albert Camus que "La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo si te mueres”. También que "Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo” y que "Inocente es quien no necesita explicarse”.

No sé de la universalidad de esas afirmaciones ni siquiera de su univocidad, pero llevan cierta carga para movilizar el pensamiento. Me han venido a la mente leyendo una carta escrita por un entrenador de baloncesto, que está pasando el calvario del desarrollo de un cáncer que conozco.

Titula su misiva: LUCHAR POR LA VIDA y es un buen título, pues al final se trata de eso, de luchar día a día por cada minuto de vida del que dispongamos y varias veces he dejado constancia de ello en mis entradas a este blog.

No voy a repetir aquí su carta, pero sí algunos de sus argumentos que creo que nos pueden ser válidos para todos.

Nunca te rindas. Cada persona es un mundo a la hora de la afección de la enfermedad y sus consecuencias. No todos los cuerpos responden de la misma manera, pero sí mentalmente, podemos responder con la misma fuerza. Tenemos que luchar hasta el último aliento porque se puede salir, aunque todo se vea oscuro. Se puede, ¿cómo no?

Aquí tienes algunas acciones de vida que me están sirviendo para salir adelante:


    • La enfermedad no te puede sentir débil
    • Sé activo.
    • No leas (sobre tu enfermedad)
    • Habla con tus células sanas.
    • Haz ejercicio físico, el que puedas.
    • Nunca dejes de sonreír
    • Luchar por la vida es posible.

1 comentario:

  1. Hola Ángel!

    Leyendo esta entrada, me has hecho recordar un poema que muchas veces suelo repetir hasta el cansancio cuando mi ánimo y mi fuerza flaquea, y aquí lo reproduzco de memoria (cualquier diferencia con el original se debe a invenciones de mi memoria)

    No te des por vencido, ni aún vencido
    No te sientas esclavo, ni aún esclavo
    Trémulo de pavor piénsate bravo,
    Y acomete feroz, ya mal herido.

    Ten el tesón del clavo,
    Que aún viejo y ruin vuelve a ser clavo,
    No la cobarde estupidez del pavo
    Que amaina su plumaje al primer ruido.

    Procede como Dios,que nunca llora
    O como Lucifer, que nunca reza,
    O como el robledal, cuya grandeza,
    Necesita del agua y no la implora.

    Que grite y vocifere vengadora,
    Ya rodando en el polvo tu cabeza.

    Almafuerte

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