TENER PAZ
Prácticamente todos tememos a la soledad, no a la soledad de un momento, de unos días, una soledad acotada en el tiempo, sino a la soledad sin tiempo, que se nos presenta como único camino de vida.
La razón pude ser que creemos que ser felices, estar bien, requiere de la compañía de otras personas, quizá para vernos reflejados en ellos o para confirmar a través de ellos que somos felices porque tener esa compañía rompe la soledad.
Creo que estamos equivocados, pues para ser felices solo es preciso vivir en paz, tener paz. Es paz está por encima de la compañía y de esa felicidad efímera de la que hablábamos.
De ahí que represente hoy lo que digo con una taza de café. Qué felicidad encontrarse uno a sí mismo ante una humeante taza de café, qué paz.
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