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miércoles, 4 de octubre de 2017

HEMOS DEJADO DE SER

HEMOS DEJADO DE SER

Por más vueltas que le doy al tema no acabo de aclarar del todo el asunto y mas que tranquilidad lo que me va quedando es zozobra. ¿Es el lugar donde se nace el que me indica la filosofía de vida, los valores y la ética…? O lo es el contexto humano: padres amigos, pueblo, educación… 

Si es lo primero, lo tengo claro, estuve mis dos días y medio primeros de vida en el lugar donde nací y solo esos y no los creo suficientes para haberme marcado NADA, Si es lo segundo, pues algo me puedo aclarar, aunque tengo mis dudas. Veamos.


Buda enseñaba que “la mente es todo y nos convertimos en lo que pensamos”. Einstein, por su parte consideraba que “el ser humano es parte inseparable de una totalidad llamada universo”. Y así podríamos seguir… pero no hay manera que encuentre una referencia de sea el LUGAR de nacimiento el que proporciona la impronta al ser humano, a no ser que no se mueva de allí (y al respecto ya comenté el pensamiento de Popper).

Que formamos parte del universo, parece claro o de otras dimensiones y que el la tierra completamos nuestro ciclo, aunque sin dejar de ser materia.


¿De dónde viene la importancia del lugar de nacimiento? Pues no he encontrado referencia alguna. Quizá eso signifique algo en aquellas personas que no tienen otra identificación, digo yo, pero yo no puedo volver a nacer y elegir mi lugar de ver la luz, ni me importa.

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