EL INSTANTE
Hay cosas que uno quiere expresar y no puede, se ve incapaz de hacerlo, no porque sepa qué decir sino porque uno no sabe cómo hacerlo llegar a los demás.
En estas ocasiones, ya lo hemos declarado otras veces, es bueno acercarse a los poetas y buscar en ellos la forma de transmitir las ansiedades que pueblan la parte sentimental de nuestro cerebro.
Este es el caso de hoy, una vez más. La vida se compone de pequeños momentos, de INSTANTES, que al final no son sino pequeñas cosas que van señalando el paso del tiempo. José Luis Borges, lo expresaba así en “El presente está solo” y me ya parecido una buena excusa de volver a contar el el ciego poeta y pensador argentino:
EL INSTANTE
¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde las fuerte muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
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