Seguidores

viernes, 2 de marzo de 2018

¿ES BUENO OLVIDAR?

¿ES BUENO OLVIDAR?

En general valoramos EL RECUERDO y sobre él basamos el valor de lo que hemos aprendido y vivido. Aun más, en la historia de la investigación tenemos multitud de páginas dedicadas al aprendizaje (a grabar) pero muy pocas y muy recientes sobre el OLVIDO. Eso da idea de la minusvaloración del olvido, entre otras cosas.

Pero el caso es que el OLVIDO forma parte de todo aprendizaje y también de nuestra visión sobre nosotros mismos, sobre la vida, el trabajo, el papel de las personas en su contacto con cada uno de nosotros…

Y menos mal que existe el OLVIDO. Sin él es posible que nuestro deambular por el tiempo se hiciera insoportable. En ese sentido, EL OLVIDO sería algo así como la limpieza de nuestra mente, una defensa de la frustración y una especie de preparación o gimnasia para disponer del mejor modo la MEMORIA.

Algunos pueden contraponer el ejemplo del Alzheimer como un efecto negativo del OLVIDO y llevarían razón, pero en este caso estaríamos en el terreno de las patologías del OLVIDO o del RECUERDO (tanto da), no ante una secuencia lógica del mecanismo humano de retener, de un modo equilibrado y no dañino, el conocimiento.

Aparte de todo eso, el aprendizaje es también una interacción entre nuevos conocimientos, viejos conocimientos y la capacidad de OLVIDAR o poner en plano diferente aquello que podría desequilibrar LA MEMORIA, que, por otra parte, no da para todo lo que tiene que integrar.

Hemos de ser conscientes de que existen distintos tipos de MEMORIA, como existen diferentes mecanismos de RECUERDO. No es fácil resumir todo en un lugar como este, pero en principio podríamos hablar de dos: OLVIDO ACTIVO Y OLVIDO PASIVO. El primero requiere energía, está regido por el sistema nervioso y es necesario para el funcionamiento de la memoria, en el sentido de que puede ayudar a modificar o eliminar aquellos conocimientos que hemos dejado de usar o para modificar o borrar vivencias traumáticas.


No es malo olvidar, dentro de un orden, claro, para hacer más ágil la memoria y facilitar nuevos aprendizajes… pero aún sabemos poco para establecer secuencias que nos ayuden en la toma de decisiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario