Seguidores

domingo, 25 de marzo de 2018

ACEPTACIÓN

ACEPTACIÓN

En general podríamos establecer que la ACEPTACIÓN es la consideración generalizada de que algo es bueno o válido.

Aceptar no es resignarse, aunque algunas veces pueda verse así, entre otras cosas porque resignarse es perder energías resistiendo ante situaciones que no puede cambiar.

Adoptar la aceptación como una actitud ante la vida creemos que influye en nuestro bienestar o en nuestra manera de ver y encarar los problemas, pues se trata se trata de esforzarnos con aquello que elegimos y depende de nosotros  y aceptar lo que no está en nuestras manos cambiar.

La vida de cada uno puede llevarnos por caminos mejores o peores. Cuando nos toca transitar por los malos, por la razón que sea, el primer paso para seguir es aceptar dónde y cómo nos encontramos, sin olvidarnos ni despreciar todo lo que hemos ido creciendo como personas, sabiendo que el cambio es casi la única constante que hay en nuestras vidas.

Cambiar no suele ser solamente modificar algo externo, ni desarrollar comportamientos complejos, sino adoptar la decisión de aceptar plenamente la circunstancia que nos ha tocado vivir, y actuar a partir de ella, es decir, cambiar nuestra actitud hacia la situación que se nos presenta.

De este modo, lo primero que hay que hacer es aceptar la nueva situación. No olvidemos que los cambios a peor plantean un problema vital que nos gustaría dejar atrás. De ahí que el primer paso para cambiar es aceptar el pasado, aceptar lo que nos sucedió, aceptar el problema. La idea no es escapar del problema (no podríamos), al contrario, enfrentarnos  a él de una manera más madura.

Pero sobre todo es importante que entendamos que aceptar no es resignarse, sino comprender la situación que se nos plantea y seguir hacia delante.

Para comprender el problema que nos angustia hemos de partir de un buen análisis de nosotros mismos, esto es, hemos de considerar  el análisis de nuestras limitaciones y capacidades personales.

Aparte de la aceptación y el auto-análisis, hemos de darnos tiempo para asumir la situación de una forma positiva y realista, de tal modo que aprendamos a manejar aquellas situaciones que nos producen sensaciones desagradables, es decir, aumentando nuestra tolerancia a la frustración.

Del mismo modo habremos de ajustar pues expectativas a la realidad y Adoptar una actitud más paciente y tolerante,

Esta es la teoría para acepar los problemas que se nos planteen. La práctica suele ser más prosaica, más dura, más callada, más desordenada y más dolorosa, pero este es el único modo de encararla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario