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martes, 29 de agosto de 2017

EL MAÑANA EFÍMERO

EL MAÑANA EFÍMERO

Y ya que va de futuro y de palabras prestadas, me permito completar mis entradas con palabra de A. Machado que me sirven para completar  la idea de mis entradas de hoy.

La España de charanga y pandereta, 
cerrado y sacristía, 
devota de Frascuelo y de María, 
de espíritu burlón y de alma quieta, 
ha de tener su mármol y su día, 
su infalible mañana y su poeta.

En vano ayer engendrará un mañana 
vacío y por ventura pasajero. 
Será un joven lechuzo y tarambana, 
un sayón con hechuras de bolero, 
a la moda de Francia realista 
un poco al uso de París pagano 
y al estilo de España especialista 
en el vicio al alcance de la mano. 

Esa España inferior que ora y bosteza, 
vieja y tahúr, zaragatera y triste; 
esa España inferior que ora y embiste, 
cuando se digna usar la cabeza, 
aún tendrá luengo parto de varones 
amantes de sagradas tradiciones 
y de sagradas formas y maneras; 
florecerán las barbas apostólicas, 
y otras calvas en otras calaveras 
brillarán, venerables y católicas. 

El vano ayer engendrará un mañana 
vacío y ¡por ventura! pasajero, 
la sombra de un lechuzo tarambana, 
de un sayón con hechuras de bolero; 
el vacuo ayer dará un mañana huero. 
Como la náusea de un borracho ahíto 
de vino malo, un rojo sol corona 
de heces turbias las cumbres de granito; 
hay un mañana estomagante escrito 
en la tarde pragmática y dulzona. 

Mas otra España nace, 
la España del cincel y de la maza, 
con esa eterna juventud que se hace 
del pasado macizo de la raza. 
Una España implacable y redentora, 
España que alborea 
con un hacha en la mano vengadora, 

España de la rabia y de la idea.

1 comentario:

  1. Gracias por tus reflexiones, Ángel. Además, siempre es un gusto volver a Machado. Fuerza!
    "Hoy es siempre todavía"

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