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domingo, 3 de junio de 2018

COMPOSICIÓN DE LUGAR

COMPOSICIÓN DE LUGAR
Se hace tremendamente difícil hablar de uno mismo, sobre todo cuando uno ha hecho ya el recorrido y la limpieza necesaria a todo ese camino vital y se ha preparado para concluirlo cuando toque. Quedan los recuerdos, los buenos y no tan buenos, algunas caras (pocas) y el poder decir que ha vivido y aceptado lo le ha tocado o ha conseguido por su mala cabeza.
El resumen es fácil. Hice mi Bachiller entre Madrid (Instituto Ramiro de Maeztu) y Soria (Instituto Antonio Machado). Magisterio en Soria también y mi licenciatura entre Madrid (Complutense) y Barcelona. Mi "Tesina (entonces se llamaba así) y mi tesis, ambas bajo la dirección del Dr. José Fernández Huerta, las presenté en Barcelona y allí accedí a mi condición de Catedrático de Universidad, después del consabido recorrido profesional que era al uso (comencé, como todos, siendo Ayudante).

He trabajado siempre en Educación y Enseñanza, como educador de internados y como profesor (de EGB, de Formación Profesional y de Universidad) hasta sumar 45 años de profesional, aunque mi trabajo abarque un período superior a ese.
Pero todo eso puede verse siguiendo las páginas de ese blog
"Todo pasa y todo queda" decía A. Machado y efectivamente es así, hasta el punto de que pienso que, al final, la vida no es más que el conjunto de recuerdos que somos capaces de atesorar en nuestra mente.

Esos recuerdos (fieles o distorsionados) se van acumulando (recuerda: "se hace camino al andar") hasta que un día desaparecen, pues son evanescentes. A todos nos va a ocurrir, porque es la única seguridad con la que nacemos, que un día dejaremos de hacerlo. Pero, como recordaba Quino en una de sus famosas tiras, "solo un día moriremos".
Mientras... todos buscamos el modo de agarrarnos a lo que tenemos, poco o mucho, aún teniendo la "espada de Damocles" médica rozando nuestra cabeza, aunque tengamos que agarrarnos a cada segundo para sumarlo a los ya pasados, aunque el cuerpo nos diga ¡vasta¡.
El sentimiento que se genera puede ser diferente en cada caso, supongo. En el mío me ha dado por ir dejando mis pensamientos profesionales en un blog y mis sensaciones sobre los acontecimientos diarios en otro (de ambos hay referencia en este lugar). Eso me permite "sentirme vivo" mentalmente (al final es lo que me queda) y legarlo a quien quiera acercarse. No hay censura, no hay prejuicios, no hay cortapisas, no hay nada más que eso que digo... una cierta proyección que alguien puede interpretar como la señal de un ego un tanto distorsionado. Tanto da.
A estas alturas he hecho las paces conmigo y con el mundo. Todo lo tengo en orden, limpio, ordenado y asumido. Lo he hecho por tres veces, pues tres veces han sido las que me he visto más cerca de esa otra dimensión en la que quedan los que nos abandonan. Vamos, que la limpieza no ha sido somera ni rápida. Vivo o estoy con la sensación de no deberme nada ni de deber nada a nadie y sin que ya nada me importe, sino mantenerme limpio.
De ahí que, desde hace tiempo, cada día acuda a mis blogs (excepto cuando me ha sido imposible por imperativos biológicos) y haya dejado mi huella (que es mi caminar, aligerando el equipaje, legando lo que puedo legar).
Y así he llegado a este lugar. Intento sintetizar en él esas cosas y permitirme algún desahogo incorrecto, porque padezco eso que suele pasar a todos los que están en mi situación, que lo único que conservamos es la "mismidad", el "self" de los británicos, la soledad.... todo va desapareciendo de nuestro lado por diferentes razones, la principal: porque cada uno tiene derecho a hacer su camino y porque cada día nuestro "espacio" se estrecha (porque no podemos movernos o salir de casa o por las razones médicas que nos adornan).

Y no hay más en esta ENTRADA. Lo que tenga que haber lo habrá a partir de aquí.

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