SOY
Hay veces (muchas veces) que uno se encuentra como en una nube, sin saber my bien la orientación y aún menos la capacidad de sustentación. Hay que buscar ese punto de sustentación y apoyo que, aún estando dentro de ti, tenga la fuerza que solo se encuentra en las palabras que te vienen del exterior.
La experiencia vivida, las ausencias… saber lo que viene después… le tienen a uno “fuera de lugar”, como en un limbo etéreo y sin mucha capacidad para nada que no sea la ensoñación, como válvula necesaria para evadirse de la realidad y encontrar las fuerzas que siempre son necesarias.
De ahí la entrada de hoy, de la mano del siempre admirado Borges:
SOY
Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,
del tiempo, que es uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
José Luis Borges
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