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martes, 3 de julio de 2018

VIVIR

VIVIR

Decía Vicente Aleixandre que “vivir es conservar la capacidad de entusiasmo, seguir vibrando por toda a vida que sientes a tu alrededor y participar en ella. Los años solo enriquecen. Desde la altura de mi edad puedo sentir la vida con conocimientos nuevos, pero con los entusiasmos de siempre”.

No dejaban de tener razón estas palabras, pero seguro que estuvieron escritas en un momento de bonanza física, con todas las fuerzas del momento, sin nada que perturbara sus quehaceres o los imposibilitara.

Desde esta segunda perspectiva uno sigue vibrando, pero con poco o ningún entusiasmo y con el enfado de no poder participar en ella, lo cual es muy lacerante. Es cierto que los años enriquecen y que, desde ellos, se pueden aportar nuevas visiones, pero con poco entusiasmo también, sobre todo porque se aprende que todo cambia pero nada cambia, que las historias se repiten. Los jóvenes de hoy son los jóvenes de los 60 pero menos románticos y con menos capacidad de crítica y raciocinio y eso es así porque nosotros les hemos inducido a ello con la educación (familiar y escolar) que les hemos dado. Estos de ahora no saben qué es un NO y nunca han carecido de nada.


Pero, claro, yo lo digo desde la segunda de las perspectivas apuntadas, lo cual no sé si es buen o malo.

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